TÍTULO ORIGINAL: Lobizona
AUTORA: Romina Garber
SAGA: Lobizona #1
¡MIL GRACIAS AL SELLO PUCK DE EDICIONES URANO POR EL EJEMPLAR!
RESEÑA SIN SPOILERS
SINOPSIS: Manuela Azul se encuentra atrapada en una existencia que resulta demasiado pequeña para ella. Como inmigrante indocumentada que debe huir de la familia criminal de su padre en la Argentina, Manu se ve confinada a un pequeño apartamento y a una vida discreta en Miami, Florida. Hasta que la burbuja que la protegía estalla. Atacan a su abuela adoptiva. Muchas mentiras salen a la luz. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas arresta a su madre. Manu se queda sin hogar, sin respuestas y, ahora, sin cadenas que la aten. Investigará la única pista que tiene sobre su pasado: un misterioso emblema con forma de Z, que la guiará a un mundo secreto oculto en el nuestro. Un mundo conectado con su padre muerto y su pasado criminal. Un mundo sacado del folclore argentino, en el que la séptima hija consecutiva es una bruja y el séptimo hijo, un lobizón.
Las páginas de un buen libro son indudablemente un espacio seguro para los jóvenes de hoy. Es en la literatura contemporánea que la juventud encuentra un ámbito contenido y controlado donde explorar dudas, preguntas e incertidumbres que trascienden los dominios de la tinta sobre el papel. Sin embargo, solo recientemente comenzamos a habitar una industria editorial que refleja el mundo diverso en el que vivimos. Durante décadas, el mercado de entretenimiento deambuló dentro de las jaulas de relatos hegemónicos y uniformes: personajes blancos, heterosexuales y del hemisferio norte. Así, millones de lectores crecieron devorando escenarios que no coincidían con aquellos que contemplaban al levantar la vista de un libro. Al preguntarnos cuántos best-sellers de fantasía argentina hemos leído, nuestra mente sin duda se queda en blanco.
La célebre escritora argentina Romina Garber también fue una niña rodeada de novelas que no representaban su realidad. Durante su juventud, comenzó a usar su voz para contar historias que nadie más estaba contando. Desde una columna semanal en el Miami Herald a la saga Zodíaco, la cual fue publicada originalmente en inglés y luego traducida a numerosos idiomas, Garber construyó para sí un nombre con un eco internacional. Tras emigrar a los Estados Unidos con su familia a temprana edad, la autora residió en el escenario protagónico de la cultura literaria actual: Norteamérica. No obstante, Garber nunca sintió que perteneciera al país que la acogió y, al mismo tiempo, la Argentina se encontraba demasiado lejos como para llamarla un hogar.
Es esta sensación de habitar dos mundos pero no pertenecer a ninguno la que Romina Garber desarrolla en su nuevo libro. Las vicisitudes de ser un inmigrante en el siglo XXI, el feminismo y la ambivalencia de términos como “ilegalidad” o “indocumentado” convergen en esta novela inspirada en el folklore argentino. Nuestra protagonista, Manuela, reside ilegalmente en Miami hasta que su mundo se viene abajo y descubre que su mundo tiene más elementos supernaturales de lo que pensaba. Basada en la ley de padrinazgo presidencial que garantiza el padrinazgo del Presidente argentino del séptimo hijo/a de una prole del mismo sexo, Lobizona juega con la fantasía nacional y construye un mundo ficticio donde se respira la Argentina. De este modo, esta novela se encuentra plaga de referencias al mate, el choripán, los sándwiches de miga y relatos como la célebre narrativa donde la séptima hija consecutiva de una familia es una bruja y el séptimo hijo, un lobizón.
ROMINA: La representación es vital en la literatura juvenil. Por eso me alegra que hoy en día exista, en los Estados Unidos, un movimiento muy grande que promueve historias con personajes de orígenes diversos que exploran mitologías menos conocidas. A mí, personalmente, me afectó mucho no verme representada en los libros que leía de adolescente, y es por eso que me puse a escribir Lobizona. La mejor parte de publicar esta saga es recibir mensajes de lectores agradeciéndome porque es la primera vez que se ven reflejados en un libro. Eso significa todo para mí.
YO: Los libros son un espacio seguro y contenido donde podemos lidiar con temáticas difíciles de nuestro mundo real. En su mayor parte, Lobizona explora lo que es ser inmigrante, tanto en un plano identitario como en uno de problemáticas sociales contemporáneas. ¿Por qué sentiste que la ficción era el mejor medio para abordar estas cuestiones?
ROMINA: Yo creo que la no ficción trata de hechos, pero la ficción trata de la verdad. Todos solemos tener ciertos prejuicios, pero cuando los exploramos a una distancia, metafórica y alegóricamente, podemos llegar a comprender la experiencia de un desconocido. Por ejemplo, cuando pensamos en un ser indocumentado en el mundo actual, desgraciadamente lo asociamos con la palabra “ilegal”, que es una etiqueta que le niega a uno su humanidad. Pero la palabra “indocumentada” se refiere a un ser que nunca ha existido, a alguien especial, a una persona única. En ese sentido, ¿no somos todos indocumentados?
YO: El sistema de mujeres brujas y hombres lobizones, así como la ley argentina que inspiró Lobizona, son sumamente patriarcales. ¿Por qué pensás que es importante escribir sobre personajes femeninos fuertes en estos escenarios?
ROMINA: Movimientos como el de #MeToo y #NiUnaMenos demuestran la importancia de ofrecerle al público juvenil ejemplos de personajes femeninos fuertes. Justamente lo que más me gustó de explorar la licantropía fue escribir un libro que desafía la noción de que esta mitología es masculina. La transformación de la persona-lobo sucede una vez al mes, provoca un cambio de humor, y está conectada con la sangre y el ciclo lunar, lo cual a mí me suena bastante femenino. Mi objetivo es redefinir esta narrativa, ¡porque tienen más sentido las lobizonas que los lobizones!
ROMINA: Lo que me quedó claro cuando escribí Lobizona es que aún no he ubicado mi lugar en este planeta, y que es muy posible que una construcción de identidad en función a la geografía nunca me podrá definir. Estos descubrimientos hicieron que la escritura de la secuela, Cazadora, sea un proceso de empoderamiento. El libro está ambientado en una versión mágica de Argentina, y al rediseñar los paisajes icónicos de mi tierra natal como manadas sobrenaturales, sentí que estaba redefiniendo mi relación con mi país, en mis propios términos. Siendo ciudadana de dos naciones, me paso demasiado tiempo sintiéndome como una visitante en ambos. Es por eso que toda mi vida he recurrido a hogares fantasiosos. Soy, y siempre seré, ciudadana de los libros.
YO: Te mudaste a Estados Unidos con tu familia como consecuencia de una dictadura de la cual intencionalmente se habla poco en Argentina. Luego, escribiste un libro que sería recibido por una audiencia a la que tal vez no le importaba la realidad inmigrante argentina. ¿Qué papel jugaron esos silencios en tu actividad de usar tu voz y contar historias?
ROMINA: En 2008, escribí un libro titulado Ojos Amarillos, acerca de inmigrantes argentinos y basado en la ley de padrinazgo presidencial, ¿suena familiar? Pero en aquella época en los Estados Unidos, no me lo quisieron publicar porque suponían que a los adolescentes no les interesaban nuestras historias. Casi una década después, en el verano de 2017, el gobierno de los Estados Unidos decidió separar a los niños indocumentados de sus familias y enjaularlos. Mirando los noticieros, yo pensé en todo lo que mis padres me habían dicho de la Guerra Sucia, sobre personas desaparecidas y familias destruidas, y comencé a escribir lo que es ahora Lobizona. Me di cuenta entonces que cuando Ojos Amarillos fue rechazado, yo hice mal en quedarme en silencio. Al contrario, tendría que haber alzado aún más fuerte la voz.
YO: ¿Qué significó que el proceso de escritura de este libro fuera legalmente en Espanglish? Aquella mezcla de español e inglés no suele ser respetada en la vida de los inmigrantes y de las personas bilingües, pero en Lobizona todo funciona en Espanglish. ¿Pensás que esto es relevante?
ROMINA: Para mí, el idioma de Lobizona es sumamente relevante. No solo dentro de la historia, sino también en su construcción. Como autora, fue la experiencia de escritura más liberadora que he tenido. Me liberé de los límites de mis dos mundos, de las reglas de mis dos idiomas, y me dejé llevar por mi lenguaje verdadero: ¡el Espanglish! Con el personaje de Manu, me pareció importante demostrar que aún con acceso a todos sus vocabularios e idiomas -inglés, español, Espanglish, Septimus- no existe una palabra que la defina. La idea es que somos todos demasiado complejos como para ser reducidos a una clasificación. También quiero destacar que hay un idioma más en esta saga. Algo especial de Manu es que, al haberse criado a escondidas, sus amigos son todos ficticios. Ella se pasa los días devorando libros, y se ve obligada a explorar la vida a través de ellos. Más allá del inglés o el español o el Espanglish, su verdadero lenguaje es el literario.
ROMINA: Me enamoré de la escritura a los nueve años, cuando mi maestra nos leyó el libro Where the Sidewalk Ends (Donde el camino se corta) de Shel Silverstein. A pesar de que ya llevaba cuatro años en el país, para mí fue como escuchar el inglés por primera vez. No creo haber entendido el significado de la poesía o la prosa del autor, pero me fascinaba la música que producían ciertas frases. Esa sinfonía de cuentos me despertó emociones que no podía racionalizar. Ese mismo año, escribí mi primer poema, Si yo fuera la luz. A mi profesora de español le gustó tanto que lo envió a un concurso local donde gané el primer lugar, y desde entonces no he dejado de escribir. De adolescente, me convertí en una lectora apasionada, pero noté que no encontraba libros con personajes que compartieran mis idiomas y costumbres y luchas. Esa falta de representación es la razón por la cual escribí Lobizona.
YO: La ficción no suele ahondar en relaciones humanas complejas como la amistad y la familia, sino que se queda en las típicas historias de amor adolescentes. ¿Por qué decidiste ahondar en estos vínculos en Lobizona?
ROMINA: En la historia, llega un momento donde Manu se da cuenta de que: "La igualdad de género y la libertad de vivir como uno quiere son batallas que aún no puedo librar, porque antes tengo que obtener una victoria diferente: el derecho a existir." Lo que Manu más necesita en la vida es pertenecer. Ella está buscando su lugar en el mundo. Su manada. Habrá tiempo para otros tipos de búsquedas, como el amor y el éxito profesional, pero primero tiene que luchar por el derecho de simplemente vivir. Este detalle destaca la diferencia entre Manu y otras niñas de su edad. No tienen las mismas preocupaciones. Es como Manu le dice un día a Perla: "Ah, ¿y el príncipe azul que espero? ¡Es el despersonalizado permiso de residencia!"
YO: ¿Cómo ha sido tu experiencia como una escritora latina en la industria editorial internacional?
ROMINA: Hasta ahora, me había resultado muy difícil publicar un libro acerca de mi identidad. Hace más de una década, el antepasado de Lobizona fue rechazado porque supuestamente los adolescentes estadounidenses no querían leer sobre inmigrantes argentinos. Cuando se vendió Lobizona, no había hispanohablantes en mi equipo editorial estadounidense, así que tuve que pedirle a mi editora que contratara a la traductora de todos mis libros, Jeannine Emery, para revisar las escenas en español y en Espanglish.
YO: ¿Qué te gustaría que tus lectores se lleven de este libro?
ROMINA: Lobizona es un tratado sobre el lenguaje, particularmente, sobre cómo nos etiquetamos unos a otros, y más específicamente, sobre cómo usamos la palabra ilegal. Cuando le aplicamos esta etiqueta a un ser humano, estamos negando su humanidad y los peligros de los que huye, peligros que nunca serán contenidos por fronteras porque nacen de ideas. Decidí entretejer el folclore argentino con esta historia contemporánea sobre la inmigración estadounidense para dar una advertencia sobre cuán delgada es la línea entre la política y el sentimiento público. Mirando los noticieros en 2017, cuando los Estados Unidos separó a familias indocumentadas en la frontera y enjauló a niños, me recordó todo lo que mis padres me habían dicho de la Guerra Sucia, sobre personas desaparecidas y familias destruidas. Basé la mitología de la saga en la ley de padrinazgo presidencial (que garantiza el padrinazgo del Presidente argentino del séptimo hijo/a de una prole del mismo sexo), porque esta legislación es un buen ejemplo de cómo el lenguaje que usamos para describir a una población puede concretarse en leyes… o incluso en jaulas.
█ Suplemento Vivo en Mejor Informado: https://www.mejorinformado.com/suplemento-vivo/2021/8/4/cul-es-el-best-seller-de-fantasa-juvenil-argentina-del-momento-81394.html.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Pssst! Sí, vos, lector/a. Dicen por ahí que si no dejas un comentario tendrás viruela demoníaca. ¡EN SERIO! No querrás sufrir de eso, ¿o sí? Yo que vos dejaría un comentario bien bonito.
Primero que nada, gracias por leer esta entrada y visitar el blog, significa mucho. El blog crece gracias a todos ustedes.
¡Un besote!
____________________________________________
En cumplimiento de la política de privacidad RGPD. Información básica sobre protección de datos:
Responsable » Julieta Ninno (aquí, servidora)
Finalidad » moderar los comentarios
Legitimación » tu consentimiento
Destinatarios » los datos serán guardados por el sistema de comentarios de blogger
Derechos » tienes derecho a acceder, rectificar, limitar y suprimir tus datos.
________________________________________